Un sorgo para cada oportunidad. ¿Los conocía?
El sorgo: una gran familia donde cada miembro tiene una fuerte personalidad.
Sorgo en grano
Se trata de un sorgo de pequeño tamaño, seleccionado para la producción de semillas. Las variedades de este tipo presentan un alto potencial de rendimiento y una excelente resistencia a las enfermedades que causan el encamado. Se destina principalmente a la alimentación de aves y cerdos (monogástricos) y, de forma secundaria, a la alimentación humana. No obstante, también se usa en la industria de los biocarburantes (etanol).
Sorgo dulce
También denominado «sweet sorghum» o «sorgo azucarero», presenta la particularidad, como su nombre indica, de concentrar en el tallo una gran cantidad de azúcar. La extracción de este líquido dulce del tallo permite producir sirope alimentario o, tras una fase de fermentación, etanol de primera generación. Los cultivadores lo producen en forma de ensilado, pero su biomasa energética también puede usarse en la metanización o para generar biocarburantes de segunda generación.
Sorgo de ensilado
Se trata de un sorgo forrajero monocorte de gran tamaño cuya planta se cosecha entera. Se caracteriza por su aptitud para producir importantes volúmenes de biomasa. Asimismo, su uso en forma de ensilado ofrece prometedoras oportunidades en la metanización.
Sorgo para biomasa
Se trata de un sorgo de gran tamaño que produce importantes volúmenes de biomasa rica en fibra. Puede usarse al mismo tiempo en unidades de metanización y como materia prima noble en diversas industrias de producción de biomateriales.
Sorgo forrajero multicorte.
Existen dos tipos de sorgo forrajero multicorte: el sorgo Sudan Grass (o «pasto del Sudán») y el sorgo híbrido, procedente del cruce entre sorgo bicolor y Sudan Grass. Al no contener almidón, los sorgos forrajeros multicorte se destinan exclusivamente al ganado, ya sea en forma de pasto, de fardos envueltos tras una siega estival o de ensilado. Es posible realizar de dos a cuatro cortes anuales.
Sorgo tintorero
Es el sorgo bicolor. En África, cuna del cultivo del sorgo, sirve desde siempre para teñir pieles, calabazas, tejidos, cestas… La materia colorante se extrae de la vaina foliar de la planta. La gama de oportunidades que ofrece es amplia: cosméticos, textiles, agroalimentación…