La historia del éxito del sorgo húngaro entre bastidores.
Ferenc Farkas es un experimentado agrónomo. Durante sus estudios de Ciencias Agrícolas en la Universidad Georgikon en Keszthely, realizó varias pasantías en el campo y en granjas de Austria y Estados Unidos. Desde junio de 2012, dirige la filial húngara de Euralis Semences, líder del mercado húngaro de semillas de sorgo y soja.
Un cultivo antiguo por redescubrir
En Hungría el sorgo es un cultivo tradicional muy conocido y puede verse bajo diferentes formas (escobas, sorgo en grano y sorgo forrajero). Sin embargo, el cultivo ha perdido terreno debido al alto contenido de tanino de sus granos, un factor limitante en la alimentación animal. Y, por desgracia, aunque durante años los híbridos en el mercado ya no plantean un problema de taninos, los prejuicios permanecen. Otra complicación: a partir de los años 2000, las cosechas de granos rojos y blancos producidas en Hungría se exportaron a Europa del Norte para el mercado de las aves, debido a la falta de salidas en nuestro país.
En Euralis Hungría en 2015 iniciamos una charla sobre el tema del calentamiento global, con el deseo de proponer soluciones concretas a nuestros socios que trabajan en las regiones más expuestas a la sequía. Debido a la falta de riego, 3 de cada 5 años, la producción de maíz es baja y no es lo suficientemente rentable. Tras analizar los datos climáticos sobre el suelo de estas regiones (que representan entre el 10 y el 15 % de la superficie dedicada al maíz), llegamos a la conclusión de que no eran adecuadas para una producción segura y rentable de maíz. En este mismo contexto, el sorgo en grano presenta algunas ventajas favorables: entre un 30 y un 40 % menos de necesidades de agua, menor sensibilidad a las plagas, mayor flexibilidad en las fechas de siembra, un potencial de rendimiento equivalente al del maíz e incluso de 1 a 2 toneladas más de media. El año 2017, que fue particularmente seco en Hungría, dio un nuevo impulso al cultivo del sorgo.
La genética, incluyendo consejos agronómicos.
Para los productores, el sorgo es un cultivo nuevo. Desde el principio, consideramos que debíamos acompañar su desarrollo agronómico para ofrecerle todas las posibilidades de éxito. Esto es lo que hemos implementado con nuestro socio Agroszemek Kft, un experto bien establecido en este campo. Juntos, «hemos cogido a los productores de la mano» para evitar los errores más comunes. Por supuesto, aún se produjeron algunos errores, pero los agricultores tenían una persona de contacto para el intercambio, la comprensión y el progreso. Este enfoque pragmático nos permitió motivar a los productores. Todavía teníamos que incentivar a los… procesadores.
La adhesión de los procesadores de sorgo en grano.
Al mismo tiempo que la producción empezaba a despegar y antes de que fuese tan grande como lo es hoy en día, comenzamos a discutir con los fabricantes. Nuestro objetivo era identificar los obstáculos existentes y dar a conocer las ventajas del sorgo actual. Para convencerlos, tuvimos que enseñarles que el sorgo en grano cuenta con las siguientes características:
- No contiene OGM,
- Prácticamente libre de micotoxinas,
- De media, cuenta con de 2 a 3 puntos más de proteínas que el maíz (si se siguen unas buenas prácticas de cultivo).
- No contiene gluten (uso en la alimentación humana)
- Contenido de tanino casi nulo
Necesitábamos pioneros. Empresas de renombre y líderes en su sector, como Tranzit-Ker Zrt, se han comprometido a realizar ensayos de nutrición animal para desarrollar el mercado del sorgo en grano en el noroeste de Hungría. Los resultados favorables de estos ensayos han llevado a un número cada vez mayor de empresas de piensos y fabricantes de fórmulas a interesarse por el sorgo. Integradores como KITE Zrt o el Grupo BONAFARM se han movilizado sucesivamente. Este fue un punto de inflexión, porque sin sus actores, el sorgo no tendría salida, y sin esta salida no tiene sentido producir sorgo.
Diálogo con los procesadores de sorgo forrajero.
Actualmente, estamos haciendo lo mismo con el sorgo forrajero. Es muy fácil convencer a un agricultor o un ganadero de que obtendrá una mejor cosecha cultivando sorgo forrajero que maíz. Pero también es necesario responder a las preguntas que se plantea sobre el valor nutritivo de su pienso. Para ello, nos hemos acercado a reconocidos expertos: Szilvia Orosz (ÁT Kft.), Eszter Galamb (UBM Zrt.) y Vitál-Feed Kft. Gracias a su trabajo y a sus charlas profesionales, podemos combatir los prejuicios que aún existen contra el sorgo.
La clave del éxito
Después de tres años de trabajo, se observa que los productores están empezando a producir sorgo con mayor facilidad. Encuentran que con los híbridos el cultivo es rentable, incluso en zonas que no son ideales para la producción de maíz. Estos productores tenían una producción media de 7-8 toneladas/ha de sorgo en grano, y en algunos lugares la producción superaba las 10 toneladas. ¡Incluso se nos informó de una producción de 13 toneladas! Y el contenido mínimo de proteína cruda del 10 % es alcanzable. Actualmente, la principal salida del sorgo en grano sigue siendo la alimentación animal, pero las exportaciones también están aumentando. También somos optimistas en cuanto al sorgo forrajero, ya que los análisis realizados por Vitál-Feed y sus socios sobre los valores nutricionales son muy positivos. Además, en Euralis estamos convencidos de que gracias a su perfil libre de gluten y micotoxinas, el sorgo también tiene un brillante futuro en la nutrición humana. Por lo tanto, seguiremos apoyando el desarrollo del sorgo húngaro.
Por consiguiente, la superficie dedicada al sorgo en grano (que ha pasado de 10 000 a más de 30 000 ha en los últimos cuatro años) y al ensilado de sorgo (que ha pasado de 5 000 a 15 000 ha en el mismo período) debería seguir creciendo en Hungría.