¿Lo sabe? El sorgo puede usarse a cubierto
La implantación de una cubierta estival pretende principalmente cubrir el suelo rápidamente, producir biomasa en cantidad suficiente para alimentar el suelo y evitar el escape de nitratos hacia la capa freática. Para tener éxito en su cubierta de sorgo, es posible aplicar varias técnicas:
– siembra directa, muy rápidamente después de la cosecha para aprovechar la humedad del suelo,
– siembra después de haber trabajado el suelo de tipo rastrojo con un semillero de cereal,
– siembra sobre la marcha antes de la cosecha del cultivo principal; en cualquier caso, hay que prestar atención, pues el éxito de la implantación del sorgo con esta técnica es muy aleatorio y necesita con frecuencia un aumento de las dosis de semillas. En los 2 primeros casos, las dosis de siembra aconsejadas son de 10 a 12 kg por hectárea.
El correcto desarrollo de la cubierta dependerá evidentemente de la calidad de la implantación, de la humedad del suelo y de las lluvias que lleguen. El desarrollo del sorgo necesita poca agua, si bien su desarrollo está condicionado por la pluviometría. Si no hay lluvia, el desarrollo se verá ralentizado o incluso detenido y se retomará con la primera lluvia.
La utilización del sorgo multi-corte a cubierto permitirá restituir una cantidad importante de biomasa en el suelo. Contribuirá así a la vida del suelo e influirá en su tasa de materia orgánica. Siguiendo el estado de desarrollo del cultivo, la cubierta de sorgo puede aportar de 3 a 5 T de MS por ha. El desarrollo de la planta se ve alterado cuando las temperaturas superar los 10ºC, lo que facilita su destrucción.