Francia. Un vistazo a un año atípico para el sorgo

Un vistazo a un año 2024 atípico para el sorgo
El año 2024 no ha sido nada tranquilo para los productores franceses de sorgo. Desde la plantación hasta la cosecha, el clima ha complicado los cultivos. Un vistazo a un año repleto de enseñanzas
Con cerca de 125 000 hectáreas, de las que 35 000 se han dedicado a la producción de forrajes, el sorgo ha visto un aumento de la superficie cultivada en 2024 en Francia. «Una consecuencia que se debe en parte a las dificultades para la plantación de cultivos en otoño de 2023, lo que dejó superficie libre para la siguiente primavera», afirma Aude Carrera, coordinadora sectorial de Arvalis. Con un 38 % del suelo cultivable dedicado a los cereales, la región de Midi-Pirineos se mantiene en cabeza, por delante de Aquitania (29 %) y la región Centro (15 %), que registra este año un aumento considerable.
Condiciones de crecimiento reducido desde la siembra
Si hablamos de rendimiento, la media nacional alcanza los 48,7 q/ha – frente a los 50,8 q/ha de media entre 2018 y 2023(1) –, con grandes diferencias regionales: los resultados en las zonas septentrionales son mejores que en las regiones meridionales. En todas partes, las plantaciones se han retrasado debido a las lluvias constantes durante la primavera. En las primeras siembras, las condiciones han sido poco favorables para el crecimiento y no han permitido disponer del tiempo suficiente para eliminar las malas hierbas. Los ataques de las plagas de suelo, gusanos de alambre y chinches, han sido más importantes. Un inicio de ciclo complicado, seguido de un clima estival heterogéneo: las lluvias, regulares hasta mediados de julio, han desaparecido hasta mediados de agosto. Durante el verano, las temperaturas han sido relativamente bajas para la estación, mientras que los picos de canícula han sido muy poco frecuentes. El nivel de radiación ha sido inferior a lo normal. «Al final, los estados de floración y las cosechas se han retrasado», resume Aude Carrera. «En determinadas parcelas, la falta de madurez ha complicado la siega, o incluso la ha hecho imposible».
Los problemas con panículas han sido más frecuentes en 2024
Otro hecho notable durante el año: se han producido numerosos accidentes de «fertilidad», simbolizados por la ausencia de granos en las panículas o por la presencia de granos anormales, con un aspecto deficiente o deformados. «En el Sudoeste, entre el 5 y el 15 % de las superficies se han visto afectadas, con pérdidas de rendimiento que en algunos casos han superado el 50 %, señala Aude Carrera. Por el contrario, las regiones de Rhône-Alpes o Centro-Valle del Loira parece que se han librado de este problema. Con el fin de explicar este fenómeno, hemos realizado una encuesta con 100 agricultores. Cabe señalar que, probablemente, las causas son variadas e incluso con diferencias en una misma parcela». Aunque una parte de estos síntomas se puede atribuir a las plagas de heliothis (el rastro de «picaduras» en los granos supone una prueba irrefutable), este no es siempre el caso. Entre otras pistas, la especialista cita los ataques de otras plagas, como las chinches, por ejemplo, o accidentes climáticos en los estados clave del crecimiento del sorgo: frío en el momento del inicio de la floración o altas temperaturas durante la floración. También es posible que la fecha de las siembras haya tenido influencia: las plantaciones más tardías parecen ser las más afectadas. No obstante, este fenómeno también se da con siembras más tempranas. De ahí la dificultad para ver claramente el problema… Y tenemos otra hipótesis: una fitotoxicidad debida a la aplicación demasiado tardía de herbicidas basados en hormonas en cultivos ya desarrollados, acompañada de fuertes diferencias térmicas. «La opción más probable es que se deba a una combinación de factores», concluye. La investigación debería continuar en 2025 para ampliar la observación de nuevas zonas de producción y, de este modo, recopilar la mayor cantidad de datos que sea posible.
(1) Fuente Agreste