En Polonia, el sorgo se expone… Y cautiva
Por primera vez este año, PZPK, la asociación de productores de maíz de Polonia, ha organizado una plataforma de variedades destinada al sorgo para explicar, y demostrar, todo el potencial de este cultivo en el país. Tadeusz Michalski, su presidente, nos explica el desafío que ha supuesto esta iniciativa.
¿Puede hablarnos un poco más de la asociación?
La asociación se fundó en 1984 para reunir en un mismo lugar a todas las personas interesadas en el maíz: a los agricultores, por supuesto, pero también a los productores de semillas y los científicos. A principios del año 2000, Polonia sufrió tres campañas de sequías importantes que afectaron al rendimiento del maíz. En esa misma época, Syngenta nos presentó una variedad de sorgo que parecía muy prometedora, sobre todo por la tolerancia a la sequía. Decidimos sembrarla y nos dimos cuenta enseguida de que, en los terrenos superficiales, efectivamente salía adelante a la perfección en caso de sequía, mejor que el maíz. En un año, las superficies pasaron de unas pocas hectáreas a casi 20 000. Pero en poco tiempo, los ganaderos se percataron de que las vacas que comían forraje de sorgo producían menos leche. En tres años, las tierras descendieron a 3000 ha. Hasta el año pasado, las superficies se mantuvieron bastante estables.
«Las nuevas variedades de sorgo ofrecen un alto rendimiento con independencia de la oportunidad que se persiga ».
¿Por qué han organizado esta plataforma de ensayos dedicada al sorgo?
El objetivo principal era mostrar a los visitantes que, con los progresos genéticos de estos últimos años, las características técnicas y agronómicas de las variedades de sorgo han avanzado considerablemente. La plataforma presentaba 13 variedades, seis sorgos en grano y siete sorgos forrajeros, de productores de semillas como KWS, Lidea, RAGT o Agro Seed, una empresa cultivadora de Hungría. La idea era explicar que la oferta ahora es más amplia, con variedades más tardías que se adaptan correctamente al clima del país y responden a las diferentes oportunidades. Aunque la metanización todavía está poco desarrollada en Polonia, determinadas especies forrajeras son perfectamente compatibles con este segmento del mercado. Los agricultores, los productores de semillas, los técnicos y los estudiantes presentes comprendieron que, en la actualidad, las nuevas variedades ofrecen un alto rendimiento con independencia de la oportunidad que se persiga. Por ejemplo, las ventajas nutricionales del sorgo para el forraje son afines a las del maíz. Como la legislación de Polonia prohíbe el monocultivo de este cereal, introducir en la rotación una nueva semilla se convierte en una obligación. Por tanto, el sorgo se presenta como una alternativa interesante. También parece que a este grano le afectan menos que al maíz los daños causados por los jabalíes y no repercuten en él los ataques de las polillas: dichas ventajas cautivan a los agricultores.
¿Qué objetivos tienen para las superficies en los próximos años?
Nos gustaría alcanzar las 50 000 ha de aquí a 5 o 7 años. Creo que el sorgo tiene un gran potencial de desarrollo en nuestro país, sobre todo en grano y para forraje en las zonas de producción láctea. La mitad de las tierras de Polonia son fáciles de trabajar, susceptibles a la sequedad y ofrecen pocas posibilidades. En este contexto, el sorgo se presenta como una alternativa adecuada al maíz: si se desplaza un mes su ciclo, resiste mejor la falta de agua. Esta plataforma de ensayos debería renovarse el próximo año para dar a conocer al mayor número posible de personas el progreso genético de las variedades de sorgo y, de esta forma, guiar su expansión en el futuro cercano.