El sorgo, un cultivo que va en aumento…
Cada vez son más los agricultores que cultivan sorgo. Este cultivo constituye a la vez un modo de diversificación y una respuesta al cambio climático (¡no olvidemos que el 85 % de las superficies agrícolas son de secano!). Aún existe otro poderoso argumento: gracias a la genética del sorgopremium, el rendimiento aumenta. Como resultado, las superficies aumentan y se garantizan los suministros. Es una tendencia muy satisfactoria para Sorghum ID, cuya misión es desarrollar este cultivo de futuro con el apoyo de la Comisión Europea.
Superficies en aumento por segundo año consecutivo
En la UE 28, tras un primer aumento significativo en 2018, las superficies crecieron un 19 % en 2019. Sorghum ID calcula una superficie de 174 000 ha en 2019 (grano), mientras que en 2018 solo alcanzaba las 145 000 ha. Lo mismo ocurre con el sorgo forrajero, cuya superficie se estima en 86 400 ha este año, es decir, ha experimentado un incremento del 18 % con respecto a 2018 (73 400 ha).
En Ucrania, las superficies destinadas a sorgo de grano aumentarán un 25 %, llegando a alcanzar las 54 000 ha. En Rusia, no disponemos en este momento de datos fiables que nos permitan publicar cifras precisas, tanto para el sorgo de grano como para el sorgo forrajero, pero los indicadores apuntan también a un aumento.
En Irán, otro de los países donde Sorghum ID realiza labores de promoción, se ha informado de una superficie de 65 000 ha (grano + forraje), lo que supone un incremento del 40 % con respecto a 2018. En Turquía, se calcula una superficie de sorgo de 2000 ha, principalmente para su uso como forraje.
Esta tendencia al alza en las superficies debería ir acompañada de un aumento de la producción, pero todavía es demasiado pronto para pronunciarse a este respecto. Sobre todo porque las condiciones climáticas varían mucho de un país a otro: en Europa del Este y en Europa Central son más favorables para el desarrollo del sorgo, mientras que en Europa Occidental los episodios continuados de sequía y olas de calor han dificultado el buen desarrollo de las plantas.