¿Conoce la huella de carbono de sus semillas de sorgo?
Para responder a esta pregunta, desde 2021 se está llevando a cabo en Argentina un programa de estudio específico sobre el sorgo forrajero y de grano. La meta es doble: aportar valor añadido a las semillas de calidad más éticas con respecto al balance de carbono y apoyar a los sectores agrícolas comprometidos con el camino de la sostenibilidad.
« El sorgo podría desempeñar un papel clave en los sectores agrícolas bajos en carbono »
Tomas Sundblad, responsable del proyecto Advanta Sorghum Carbon en Argentina, está convencido de esto. Compartió los motivos al respecto durante su participación en la segunda conferencia mundial del sorgo.
Tras 2 años de investigación, surgen las primeras enseñanzas
El trabajo de Advanta sobre la huella de carbono de la producción de semillas comenzó en 2021. «Primero, quisimos conocer la huella de la producción de carbono en todo el país», explica Tomas. «Los análisis revelaron que la huella de carbono de la producción en Argentina es de 0,77 kg CO2 eq por kilo de semillas. Es decir, la mitad de la referencia mundial, que es de 1,79 kg CO2 eq por kilo de semillas (fuente: Agri-footprint 4.0). Sin embargo, queremos llegar aún más lejos y, para ello, hemos puesto en marcha dos ejes complementarios».
Hacia el carbono neutral en nuestras semillas…
«Primero, queremos reducir más la huella de carbono de nuestras semillas y aplicar estrategias de compensación para el resto de las emisiones. En concreto, nuestro objetivo es ofrecer a los agricultores sacos de semillas neutros en carbono».
… Y las producciones agrícolas bajas en carbono
«Además, queremos influir positivamente en la sostenibilidad de los cultivos. Para ello, recurrimos a la investigación genética. Queremos ofrecer a los agricultores híbridos mejorados que permitan reducir la huella de carbono del recorrido cultural.
Durante los dos últimos años, hemos analizado los datos de miles de hectáreas de cereales en condiciones de lluvia y con diferentes técnicas de producción: con o sin cubiertos vegetales, con diversos tipos de insumos biológicos y mediante la combinación de varios métodos. Los resultados son alentadores. Demuestran que el sorgo obtiene resultados adecuados en un año crítico y que puede representar una alternativa interesante en cuanto a la relación entre el buen rendimiento de los granos y la huella de carbono reducida.
Asimismo, hemos calculado la huella de carbono del silo de sorgo forrajero. Los resultados también son favorables en este caso con respecto a la huella de carbono por kilo de materia seca, de proteínas solubles o de energía metabolizable en comparación con los silos de maíz. Por este motivo, creemos que el sorgo podría desempeñar un papel clave en el desarrollo de sectores agrícolas bajos en carbono. Puede suponer una fuente de valor añadido en ámbitos como la producción de carne, de leche o de biocombustibles (bioetanol y biogás)».