Buenas condiciones de implantación para el sorgo
La primavera ha llegado y es momento de analizar las prácticas recomendadas para sembrar el sorgo. Elección de la variedad, la densidad, la profundidad y la fecha de siembra, la temperatura del terreno, la distribución del espacio… Aude Carrera, ingeniera regional en ARVALIS – Institut du Végétal (organismo francés de investigación aplicada agrícola especializado en grandes cultivos), comparte sus consejos para garantizar al sorgo unas buenas condiciones de implantación.
Elegir la variedad y la parcela adaptada
«Para asegurar un ciclo en las condiciones adecuadas, es necesario seleccionar una variedad con una precocidad adaptada a la oferta climática del sector», explica Aude Carrera. «Si la oferta climática es limitada, habrá que seleccionar, por ejemplo, una variedad lo suficientemente precoz como para garantizar una cosecha con unas buenas condiciones de madurez ».
A la elección de la variedad se suma la del terreno: si no existe posibilidad de riego, deben evitarse entonces aquellos que sean superficiales. Para asegurar al sorgo las condiciones óptimas, el terreno de la parcela tendrá también que presentar condiciones de humedad satisfactorias (que facilitarán la emergencia) y su temperatura no podrá ser inferior a 12 grados.
La siembra: una etapa crucial para el sorgo
Como recuerda la ingeniera, la calidad de la emergencia y de la implantación influyen en el potencial de rendimiento del sorgo:«El sorgo es un cultivo bastante denso, pero la fase de implantación es crucial, ya que se trata de un grano pequeño que necesita unas condiciones adecuadas para crecer».
Además, la siembra no puede ser ni demasiado superficial ni demasiado profunda: conviene utilizar una profundidad comprendida entre 2 y 4 centímetros, así como optar por una cama de semillas bastante fina, lo que favorece el contacto del grano con la tierra.
Calcular la densidad de la siembra
La densidad de siembra del sorgo depende de tres parámetros principales: la precocidad, el tipo de terreno y el índice de pérdida durante la emergencia.
- La precocidad de la variedad
«Cuanto más precoz es la variedad, más se reducen el índice foliar y el número de granos en la panícula. Por tanto, la densidad de siembra aumenta con respecto a las variedades menos precoces, más tardías». - El tipo de terreno
«La densidad de la siembra también depende de la reserva hídrica del terreno: si la densidad del sembrado es muy alta, se favorece el desarrollo de la biomasa, lo que puede agotar las reservas de agua. Por ello, hay que tener especialmente en cuenta las reservas del terreno (o la capacidad de riego) durante la etapa de siembra». - El índice de pérdida durante la emergencia
«Como el sorgo tiene una capacidad de germinación un poco reducida, es necesario tener en cuenta un índice de pérdida del 20 % durante la emergencia».
¿Cómo distribuir el espacio para las plantas?
Para evitar que compitan entre ellas, las plantas deben repartirse correctamente. En el caso del sorgo, la distancia de separación varía de 30 a 80 cm.
«Si se tiene la posibilidad, sobre todo con una densidad elevada de siembra, hay que priorizar las distancias de separación más reducidas: idealmente, de 60 centímetros como máximo», recuerda Aude Carrera.«Por supuesto, es necesario tener en cuenta el tipo de sembradora del que se dispone: se elegirá una sembradora monograno para optimizar el rendimiento. Aunque la sembradora de cereal también podrá utilizarse, ofrece una menor constancia de siembra».
Un pequeño empujoncito para empezar
Los fertilizantes de arranque o starters son una verdadera ayuda adicional para garantizar un mayor vigor al principio y una emergencia uniforme.«Añadido durante la siembra, este abono se compone de elementos fertilizantes como el fósforo o el nitrógeno, que favorecen el desarrollo de las raíces al comienzo y la instalación del cultivo. Esto se traduce en mejores resultados de rendimiento», apunta Aude Carrera.
Atención a las plagas
El sorgo está menos expuesto que otros cultivos a los ataques de aves, pero puede verse afectado por plagas de suelo. En las parcelas donde exista el riesgo de presencia de elatéridos, se recomienda proteger las cosechas con productos adaptados a este tipo de plaga.